El alumno y la actividad escolar
Como profesores, cuando nos encontramos con alumnos que parecen no tener interés alguno por aprender, es probable que pensemos cosas como "¡Qué pena! con lo listo que es y qué poco lo aprovecha. ¡Si no fuera tan vago!". "Si no consigo que ponga más interés, no voy a sacar partido de este chico". O bien: "¿Qué hacer para que se interese por las cosas?". Cuando esto ocurre echamos mano de diversas estrategias: elogiamos o castigamos, procuramos que ese alumno participe más en clase, tratamos de hacer más atrayentes nuestras clases procurando que sean más activas, utilizando materiales audiovisuales si es posible, etc. Sin embargo, con frecuencia damos palos de ciego porque no sabemos qué hay en el contexto inmediato o remoto que define el significado de la actividad escolar para el alumno y que hace que esta resulte motivante para algunos alumnos -o para uno en determinados momentos- y desmotivante para otros, y por qué. Esto es, necesitamos saber por qué las variables que definen el contexto de la actividad del alumno (los contenidos, el modo en que son presentados, las tareas a realizar, el modo en que se plantean, la forma de organizar la actividad, el tipo y forma de interacción con los compañeros, los recursos, los mensajes que da el profesor, los resultados que obtiene el alumno, la evaluación -la forma de hacerla, la persona que la hace-, etc.) unas veces le motivan y otras no.Como se verá a lo largo de este documento, todas las variables mencionadas proporcionan al alumno información que influye de un modo u otro en la idea que se hace sobre las metas que se pretende que consiga y lo que tienen de atractivo o aversivo para él, las posibilidades de conseguir esas metas, el costo que puede suponer intentar alcanzarlas, qué otras metas están en juego, etc.; todo lo cual, a su vez, repercute de modo más o menos directo en la motivación: en la aceptación o rechazo de la tarea, en la persistencia en la realización de la misma o en el retorno reiterado al mismo tipo de actividad sin que medie fuerza coercitiva alguna. Por ello, dado que las metas cuya consecución puede interesar a los alumnos a la hora de afrontar la actividad escolar son de muy distintos tipos y que su importancia como factor determinante del interés y el esfuerzo que el alumno pone en el trabajo escolar varía en función de la edad, de las experiencias escolares y del contexto sociocultural del sujeto, vamos a describirlas y a exponer de qué modo afectan al interés y al esfuerzo, para después ver de qué modo actuar sobre ellas modificando el contexto de la actividad escolar.
viernes, 14 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario