sábado, 8 de noviembre de 2008

AYUDAR A APRENDER

HAY QUE AYUDAR A APRENDER
En el presente texto nos interesa reconocer algunas propuestas que los docentes podemos desarrollar para brindar ayudas a los estudiantes con el objeto de que aprendan. Son muchas las investigaciones y las corrientes teóricas que explican de manera diferente las razones por las cuales el aprendizaje de conceptos, principios e ideas científicas constituye un problema complejo y singular. Para algunos, existen obstáculos para el aprendizaje dados por las “teorías ingenuas” que los sujetos poseen; para otros los conceptos que se aprenden guardan escasas relaciones entre sí, conformándose con teorías ingenuas, falsas teorías, teorías intuitivas, marcos alternativos diferentes a las teorías científicas. En el salón de clase, en más de una oportunidad, se promueven informaciones o desinformaciones que desencadenarán falsas comprensiones. Sin embargo, son también muchas las acciones docentes que ayudan y ofrecen un espacio genuino favorecedor de los procesos comprensivos.
Sin adentrarnos en el estudio de autores e investigaciones que explican, fundamentadamente, las razones de las falsas comprensiones, trataremos de pensar en propuestas que promuevan un conocimiento valioso en el salón de clase. Las describiremos para los primeros años de escolaridad, aunque algunas se pueden aplicar en años sucesivos y en general para la enseñanza de las Ciencias Sociales y Naturales.
Título del tema
En nuestra experiencia, muchos de los equívocos se generan porque desde el inicio del tratamiento de un tema no se señala con suficiente fuerza, contundencia o claridad cuál es el tema que se va a tratar. El tema se inscribe en un área de conocimiento y probablemente se vincula con algún tema aprendido en un ciclo o curso anterior. Se trata de un primer momento de la clase y seguramente se puede registrar en el pizarrón el tema a abordar y dedicar un breve espacio para aclarar la relación de dicho tema con otros desarrollados con anterioridad.
El contexto
Una de las razones de las dificultades para entender genuinamente un tema es el desconocimiento del contexto en el que el tema o problema se inscribe. Se trata de las circunstancias y condiciones que rodean un evento, la vida de un personaje o la creación de su obra. Los contextos suelen explicar razones y dan nuevo sentido a ese tema o problema. Citar un personaje, un hecho del pasado, un líder de un territorio, es promover la comprensión de la vida de ese personaje en el marco de ese territorio, de las circunstancias económicas y políticas en las que se inscribe, sin generar determinismos o sujeciones causales. Los contextos explican, justifican, dotan de sentido, reconceptualizan o agregan una nueva dimensión, según los casos. En algunas situaciones reconocemos circunstancias adversas y circunstancias favorables pero esas circunstancias pueden ser reconocidas también en los diferentes contextos. Cuando en páginas anteriores mencionamos el Método Biográfico sostuvimos su valor a partir de la reconstrucción de una época o de una comunidad científica y cultural de la que a veces la personalidad bajo estudio es representante y de la que en otras oportunidades es ejemplo de ruptura.
Sostiene Morin: “para tener sentido la palabra necesita del texto, que es su propio contexto, y el texto necesita del contexto donde se enuncia” (Morin, 2001: 36).
El conocimiento relacional
Uno de los desafíos más interesantes para la escuela es que lo nuevo para aprender se vincule con otros temas ya sabidos y se integre en la estructura de conocimientos que se posee. Se trata de establecer relaciones. Para ello identificamos temas y conceptos y relacionamos los conceptos entre sí. La relación de esos conceptos entre sí permitirá establecer una trama de relaciones. Una de las maneras de darnos cuenta que no se estableció la comprensión es cuando frente a un tema los estudiantes pueden nombrar una colección de detalles que hacen, simplemente, alusión a dicho tema. La relación con sentido dará cuenta, entonces, de que lo nuevo aprendido no queda aislado ni se pierde. Establecer relaciones es el desafío constante de la escuela. Por supuesto, esto no significa dotar de causalidad a relaciones casuales o relacionar algo por el simple hecho de hacerlo aún cuando carezca de significatividad. Lo inesperado o lo incierto merecen destacarse. Entendemos que no hay nada más pertinente que reconocer, en el marco de las relaciones lógicas, la incertidumbre.
La jerarquía y la secuencia
Una vez que se describió un tema, resulta significativo y de ayuda listar los conceptos involucrados, reconocer los más importantes, diferenciar los más inclusivos y sopesar en cada caso el valor o la importancia relativa de esos conceptos. Este trabajo cognitivo permite omitir los conceptos que no son centrales, seleccionar los que si lo son y por lo tanto diferenciar de un conjunto de conceptos los que son más importantes que otros. El valor de este ejercicio es el reconocimiento de la jerarquía de proposiciones o ideas. Nos permite identificar lo valioso de lo accesorio, ordenar las ideas y establecer sistemas de inclusión en clases. Por otra parte, la comprensión se enriquece si somos capaces de comparar un fenómeno o idea con otro, establecer analogías y construir metáforas. No se trata de comparar lo incomparable o construir metáforas de escaso valor, sino por el contrario, de favorecer la comprensión en aquellos casos en los que estas actividades despliegan nuevos y poderosos procesos reflexivos.
Evocar sentimientos
Las figuras emblemáticas de nuestra historia y de la historia mundial, los hechos claves del pasado reciente o remoto, son posibles de entender cuando se los instala en una dimensión humana. Aprender del horror y de la calidad de la vida de un héroe de la patria evoca emoción y sentimiento. Admitirlo en toda su complejidad ayuda a entender que han sido mujeres y hombres los que han intervenido en esos procesos. Los estereotipos de muchas propuestas de enseñanza y las maneras formalizadas de tratarlos en algunos actos escolares, desnaturalizan los fenómenos y no generan buenos puentes para entender su complejidad. No se trata de desestimar las condiciones de vida de los pueblos o los acontecimientos políticos, económicos y sociales reemplazándolos por las historias de los héroes sino de construir narrativas que los involucren reconociendo su legítimo lugar. La escuela es el ámbito privilegiado para estas narraciones que conllevan procesos de formación de la ciudadanía. Construir en la escuela un espacio en que se trate la ejemplaridad, se señalen debilidades y fortalezas y se entienda la dimensión humana en cada una de los hechos de la historia permite la generación de ideas y principios con sentido. Es así como la comprensión histórica puede permitirnos identificar tres modalidades de análisis que orientan procesos reflexivos diferentes: la documental, la explicativa y la crítica. Desde la perspectiva documental identificamos datos, hechos y procesos; en la narración histórica explicamos de manera documentada esos hechos del pasado; finalmente, podemos distinguir esos mismos hechos dando cuenta de perspectivas diferentes de análisis en tanto sometemos a la crítica las explicaciones e interpretaciones reconociendo los diferentes puntos de vista en el análisis.
Apreciaciones diferentes en torno a un mismo objeto
No hay nada más alentador a la calidad del pensamiento que el aprendizaje de perspectivas diferentes para el estudio de un mismo fenómeno. Descubrir distintas miradas en torno a un mismo suceso, explicaciones y razones que justifican puntos de vista opuestos ayuda a entender la complejidad de los hechos y favorece el respeto por las diferencias. Recoger ejemplos y contraejemplos, acudir a autores diferentes, reconocer sus opiniones, justificarlas, buscar nuevas opiniones y razones constituye un proceso cognitivo que ayuda a entender el valor del hecho, proceso o enfoque. Por otra parte, ponerse en el lugar del otro para sostener una cierta perspectiva o apreciarla, recuperar un punto de vista o buscar opiniones divergentes puede transformarse en una actividad de trabajo en el aula que favorece la convivencia y no solamente asegura la comprensión más compleja y el reconocimiento del carácter provisional del conocimiento científico.
Elaborar conclusiones, generalizaciones, síntesis y abstracciones
Una manera de ayudar al análisis de problemas y de responder preguntas basándose en los hechos y observaciones consiste en implementar y guiar un proceso que implique identificar el problema, formular una hipótesis, recolectar datos, evaluar la hipótesis y generalizar o sacar una conclusión. Si son varios las alumnas o alumnos que realizan al mismo tiempo este proceso será de interés reconocer las diferencias que aportan los datos y comparar los procesos de generalización, señalar el origen de las diferencias, si las hay o las similitudes obtenidas a pesar de contar con datos diferentes. Es importante reconocer que cuanto más homogéneos sean los datos mayor será la posibilidad de elaborar procesos de generalización. La generalización puede permitir, posteriormente, señalar conclusiones, ofrecer síntesis y conducir a procesos de abstracción. El aprendizaje de buscar evidencias y sacar conclusiones de las evidencias a partir de las hipótesis y, desprendidas de criterios de autoridad, simpatía o identificación es un ejercicio vital y duradero para la formación en ciencias. El conocimiento del tema y problema por parte del docente permitirá guiar este complejo proceso en el que se podrán evaluar las conclusiones, reconocer si los datos empíricos recogidos son significativos y si las generalizaciones no se formularon apresuradamente o son imposibles de contrastar con los datos obtenidos.
Edith Litwin
ESCENARIOS EDUCATIVOS. la Didáctica nos plantea una cantidad de estrategias y técnicas para ayudar al desarrollo del aprendizaje, promoviendo y favoreciendo en los estudiantes el arduo proceso de incorporación interna de los conocimientos a través de síntesis sucesivas y espiraladas. La Pedagogía también propone lo suyo al instalar la "ayuda" en la clase en términos humanistas. Dos proyectos de aula y un film nos permiten visualizar esta perspectiva.
Los temas que desarrollamos intentan conformar una agenda interesante, novedosa y polémica en torno a las preocupaciones de la enseñanza. Son los
Temas para el Análisis, donde proponemos desarrollos teóricos.
En
Escenarios Educativos presentamos y exponemos productos culturales y proyectos educativos que amplían la visión y el tratamiento del Tema desde múltiples perspectivas. En este espacio analizamos la implementación de distintas propuestas de trabajo y formas de enriquecerlas con productos de las diferentes manifestaciones de la cultura desde una perspectiva humanista y científica.

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