jueves, 6 de junio de 2013

ESCUELAS DEMOCRÁTICAS

Calificaciones:

Dada la ausencia de currículum oficial, es difícil poder establecer una clasificación de estudiantes en función de sus logros. Por ello, las calificaciones no existen. Los exámenes que se llevan a cabo son los que el estado exija y los que las universidades requieran para ingresar en ellas
El juego:
No hay ningún tipo de restricción a jugar. Los estudiantes pueden hacerlo tanto cuanto quieran, y sin que nadie dirija el mismo. Los juegos electrónicos están también aceptados. Gran parte del tiempo suele pasarse al aire libre. La mayor parte de los críticos a este tipo de colegios centran sus dardos en la consideración (ampliamente aceptada) de que jugar es perder el tiempo, a no ser que se trate de juegos educativos.
Castigos:
Contrariamente a lo que muchos podrían esperar, sí que existen los castigos o sanciones. Generalmente, se crea la figura del mediador, que intenta que cuando surge un conflicto, escuchando a las dos partes, éstas lleguen a una solución. Pero no siempre es posible. Si la asamblea o el tribunal que se crea para dirimir estos problemas concluye que alguien ha actuado de manera incorrecta, le puede imponer (o no) un castigo.

Otros aspectos
Hace poco visité una escuela que se intenta basar en estos principios. Ellos mismos comienzan reconociendo que están lejos de lograrlo, que encuentran muchas limitaciones. Empezando por los propios profesores, que no proceden de entornos democráticos, que no lo han mamado desde el principio y cuesta mucho cambiar la forma de pensar y de actuar. Es difícil que, de vez en cuando, no salga la vena autoritaria, aún sin ser conscientes de ello. Pero las dificultades vienen también de los estudiantes y de sus familias. Cuando los niños no están habituados a un tratamiento igualitario, democrático, es difícil que lo acepten en el ambiente escolar. Los profesores contaban, por ejemplo, que algunos niños, al tener una libertad que antes no han saboreado, hacen un mal uso de la misma, creando situaciones de difícil gestión. Su conclusión es que los cambios que esta escuela puede introducir son limitados. Que llegar a una escuela democrática auténtica les llevará tiempo, quizá varias generaciones.

Una educadora, que está intentando abrir un centro de este tipo, comentaba que los padres se preguntan justamente si sus hijos pueden convertirse en “raros” o “inadaptados” por recibir este tipo de educación. Para ella, la respuesta es claramente “sí, puede suceder”. Pero al fin y al cabo, lo que se está intentando es educar a estos niños para crear otro tipo de sociedad, con lo que puede pasar que no se lleguen a sentir perfectamente integrados en la existente. Y ella añadía “¿y qué? ¿qué es lo que queremos?”.



1 comentario:

Unknown dijo...

Estimado Gilmer, el proyecto que mencionas haber visitado y que tenia dificultad no ha sido LA ESCUELA DEMOCARATICA DE HUAMACHUCO supongo, porque aquella escuela tiene éxito y puede mostrar logros, por ejemplo en el examen censal y en la manera como los estudiantes se presentan e interactúan hasta con periodistas o políticos, tienen autoestima y criterio.
Me puedes revelar donde han intentado crear otra propuesta democrática con dificultades?
Entiendo que no es fácil sino bien exigente aplicar el enfoque democrático. Tal vez podre asesorar. Por favor envíame los datos de este proyecto que visitaste a mi correo corriente. Gracias y hasta pronto.
Marcel - www.escuelasactivas.con